Para volver a remontar vuelo, la compañía dijo que necesita ahorrar gran cantidad de dinero, para lo cual sería necesario despedir a un total de 5.000 empleados.
Como si las cosas no pudieran ponerse peores, el CEO Thorston Heins indicó además que su tecnología salvadora, los dispositivos BlackBerry 10, no estarán disponibles en su gran mayoría hasta el año que viene, por lo que sin dudas 2012 podrá ser considerado como el año más difícil que la compañía ha tenido hasta ahora.
Como ya dijimos, a este ritmo RIM no soportará muchos cuartos más. ¿Exitirá alguna esperanza para la fabricante de smartphones? ¿Deberá dividirse o tal vez debería considerarse la opción de ser vendida a una gran compañía que pueda estar interesada en la compra, como es el caso de Microsoft?
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